La contaminación del aire tiene muchos efectos en la salud, desde irritaciones leves, hasta el desarrollo de graves enfermedades El organismo rechaza los contaminantes del aire por medio del estornudo Foto: esmas.com Diversos estudios realizados en países industrializados han sugerido que agentes químicos presentes en el aire contaminado de las grandes ciudades podrían tener un papel significativo en la incidencia de diversas enfermedades del tracto respiratorio, incluyendo algunos tipos de cánceres humanos.
Los principales contaminantes del aire de las grandes
ciudades son: los bioaerosoles (fase sólida o líquida dispersa en una fase gaseosa que puede contener virus, bacterias, hongos, alérgenos , etc.), los gases y las partículas. Los gases contaminantes más importantes son dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono y ozono. - Monóxido de Carbono: Generalmente es un producto de la combustión de materiales fósiles como el petróleo y es común que se forme a partir de los vehículos en movimiento. En consecuencia, este producto se acumula en las zonas urbanas, cerca de las vías rápidas y de calles de gran movimiento y su concentración varía conforme aumenta o disminuye la circulación. Este gas no parece afectar a las plantas, pero es muy tóxico para los seres humanos, ya que interfiere con el transporte de oxígeno en la sangre. Los efectos en la salud se hacen más graves conforme mayor sea la cantidad de monóxido de carbono en el aire y el tiempo de la exposición. -Dióxido De Azufre (SO2): Es el derivado del azufre que más frecuentemente contamina el aire. Se produce por la combustión de carbono y petróleo que lo contienen.
Los efectos tóxicos de los óxidos de azufre para el
ser humano son: dificultad para respirar, debido al espasmo o contracción de los bronquios, irritación de la garganta, de los ojos y tos, en cantidades elevadas puede llegar a ser mortal. También se ha encontrado una relación entre la presencia de óxidos de azufre en la atmósfera y el aumento de muertes por enfermedades crónicas, cardiovasculares y respiratorias. Los Óxidos de Nitrógeno (NO2) se forman mediante la reacción del oxígeno con el nitrógeno en el aire. Esta reacción ocurre durante el uso de combustibles fósiles. Algunas bacterias emiten grandes cantidades de óxido de nitrógeno hacia la atmósfera, por lo que es una fuente muy difícil de controlar. La mayor parte de ellos, provienen de las plantas generadoras de energía eléctrica, en las que la alta temperatura de la combustión de los energéticos facilita su formación. El dióxido de nitrógeno afecta los pulmones y es tóxico y algunos de los contaminantes que se forman a partir de ellos, son mortales para las plantas. Los hidrocarburos son contaminantes primarios; su importancia radica en la gran cantidad de fuentes y el volumen de sus emisiones al aire. Se forman por la combustión de productos como la gasolina, el petróleo, el carbono y la madera y la mayor producción se debe a las actividades de la industria petrolera, así como a los vehículos de motor. Algunos hidrocarburos son tóxicos para las plantas y animales a concentraciones relativamente altas y en el ser humano parece que provoca problemas en vías respiratorias. Otros contaminantes muy importantes son elementos como el plomo, el cadmio y el flúor, de origen industrial y a los que se ha relacionado con afecciones cardiacas, hipertensión arterial, arterioesclerosis, cáncer broncopulmonar, anormalidades en los huesos y afección de los riñones. Partículas suspendidas. Otros contaminantes del aire son partículas sólidas y líquidas suspendidas y dispersas. A ellas se debe el aspecto nebuloso y brumoso del aire contaminado. Se producen junto con los contaminantes gaseosos del aire, debido a diferentes actividades, sobre todo la fabricación de hierro y acero, la producción de cemento, la extracción de rocas y minerales, el almacenamiento y la manipulación de granos y la elaboración de pulpa de papel. Entre las partículas líquidas, más contaminantes se encuentran los aerosoles, que se manifiestan en forma de vapores, niebla o vahos que en grandes concentraciones pueden llegar a transformarse en un agente letal, como sucedió en Londres en 1940, 1950 y 1952, que se produjeron miles de muertes debido a la presencia de estas nieblas tóxicas.
Los aerosoles son verdaderas nebulizaciones y por
su tamaño tan pequeño, penetran en los bronquios y los irritan. Las partículas mayores son detenidas por la mucosa nasal y la laringe causando gran irritación. El material particulado es el único contaminante atmosférico que no tiene composición química definida tiene como componentes principales: polvo, hollín, plomo, sulfatos e hidrocarburos. Sus fuentes principales son las calles de tierra, los vehículos, los procesos industriales y la calefacción de residencias. Aproximadamente un 40% del material particulado está constituido por partículas de tamaño inferior a 10 mm (que son las más peligrosas para la salud humana), las cuales en alrededor de un 71 % son emitidas por los motores diesel. Los efectos de los contaminantes atmosféricos sobre la salud humana se pueden clasificar en general, en :
a)Efectos agudos: Producidos por la exposición de
elevadas concentraciones de contaminantes por períodos cortos. Estos incluyen irritación de las mucosas, conjuntivitis, faringitis, laringitis y bronquitis. Además de aumento de infecciones de las vías respiratorias y neumonías, incremento de la frecuencia e intensidad de las crisis asmáticas, y aumento de los síntomas en enfermos de bronquitis crónica, enfisema pulmonar y cardiopatías coronarias. También se pueden presentar debilitamiento de los mecanismos de defensa del aparato respiratorio. b)Efectos crónicos: Debido a la acción de concentraciones variables de contaminantes por largos períodos. Se caracterizan por aumento de la incidencia y gravedad de: asma bronquial, bronquitis crónica obstructiva y enfisema pulmonar. c) Efectos diferidos: Que se presentan por la exposición prolongada y cuyos efectos pueden expresarse después de un período de muchos años de exposición independientemente si la exposición continúa o ha cesado. Entre estos efectos se incluye las modificaciones hereditarias del material genético (mutagénesis) y el cáncer. d)Efectos psíquicos: Se caracterizan por irritabilidad, fatiga corporal y mental, desordenes sensoriales. Los efectos de los contaminantes ambientales se pueden presentar en diversos órganos y tejidos, como por ejemplo, pulmón, riñón, hígado, ojos, sistema nervioso, sistema vascular, sistema reproductivo, sangre, etc.
Como se ha señalado diversos contaminantes
pueden tener el mismo tipo de efectos y en otros casos estos pueden ser específicos. Por ejemplo, a nivel del sistema respiratorio, el CO disminuye el transporte de oxígeno de los pulmones a los tejidos (efecto específico). En cambio el ozono, el NO2 y el SO2 producen bronco constricción, irritación de las mucosas del tracto respiratorio inferior, pérdida de cilios bronquiales. EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE SOBRE LOS BIENES LA CORROSIÓN atmosférica, que es la causa más frecuente de la destrucción de metales y aleaciones, es posible únicamente cuando la superficie metálica está humedecida. El mecanismo de corrosión es de naturaleza electroquímica. El electrolito es una capa de humedad que unas veces es extremadamente delgada e invisible y otras moja perceptiblemente el metal. La corrosión depende del tiempo en que esta capa permanece sobre la superficie metálica. Los contaminantes gaseosos y sólidos potencian el efecto corrosivo de los factores meteorológicos. Así, el proceso de corrosión depende fundamentalmente de la humedad relativa del aire y de los contaminantes presentes en el mismo. El cloruro de sodio (NaCl) y el dióxido de azufre (SO2) son los principales contaminantes corrosivos en la atmósfera. El primero es un contaminante "natural" y llega a la atmósfera proveniente del mar (atmósfera marina). El SO2 se encuentra en el aire, y es originado principalmente por la combustión de combustibles fósiles. Los niveles más altos de contaminación sulfurosa se registran en las áreas industriales (atmósfera industrial) y en las grandes ciudades (atmósfera urbana). El grado de contaminación salina depende de la distancia al mar. Más allá de unos pocos cientos de metros del borde del mar, la salinidad y la velocidad de corrosión suelen decaer ostensiblemente. EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE SOBRE LA VISIBILIDAD La visibilidad del cielo ha disminuido en los últimos 35 años en todo el mundo menos en Europa, donde se han adoptado medidas efectivas para reducir la contaminación en la atmósfera, según un artículo publicado en la revista Science. Esta base de datos es un gran paso adelante para investigar los cambios a largo plazo de la contaminación del aire y su relación con el cambio climático. Los estudios preliminares hechos por los científicos sobre esta base de datos muestran un aumento continuo de aerosoles en la atmósfera durante el periodo que va de 1973 a 2007 y la consiguiente pérdida de visibilidad debido a que éstos impiden la llegada de las radiaciones solares a la superficie de la tierra. La única región del mundo en la que no se registra un aumento de aerosoles es Europa, que de hecho ha experimentado un aumento de visibilidad. La principal razón de este fenómeno son las normas de calidad del aire que exigen una disminución de la contaminación liberada en la atmósfera en el continente europeo.
Los datos recogidos en 68 estaciones meteorológicas
en España confirmaron esta tendencia. La visibilidad es la distancia a la que un observador puede ver con claridad desde el lugar de medición, afirma el estudio, según el cual ésta será menor cuanta mayor concentración de aerosoles estén presentes en el aire. Los aerosoles son partículas sólidas o líquidas suspendidas en el aire y nos referimos a ellos comúnmente como contaminación del aire. Incluyen hollín, polvo y partículas de dióxido de azufre. Provienen de la utilización de combustibles fósiles, de procesos industriales y la quema de biomasa de las selvas tropicales y pueden ser perjudiciales tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
A diferencia de las partículas de aerosoles, el dióxido de carbono y
otros gases de efecto invernadero son transparentes y no afectan a la visibilidad. Sin embargo, causan un recalentamiento global porque atrapan la energía solar e impiden que el calor vuelva al espacio.
Mientras que la relación de los gases de efecto invernadero con el
recalentamiento del clima es conocido, no están claros los efectos de los aerosoles. El efecto de los aerosoles sobre el clima es tan complejo que no podemos concluir si disminuirán o aumentarán el calentamiento global.