DEFINICIONES A LA LUZ DEL CÓDIGO DE PROTECCIÓN Y DEFENSA DEL CONSUMIDOR.
Hay que precisar que, la Codificación es una atribución exclusiva del Estado sobre la legislación mercantil, dentro la que está comprendida la relativa a la protección y defensa de los consumidores, siendo indispensable para mantener la unidad del mercado, pues esa unidad exige que rijan las mismas normas en las relaciones jurídico-privadas entre los operadores económicos cualquiera que sea el lugar dentro del territorio nacional en el que realicen su actuación. Es obvio que esa unidad de mercado exige que los operadores económicos establecidos en el país, sepan que rigen las mismas reglas para sus operaciones cualquiera que sea el lugar en que tengan lugar sus actuaciones o en que tengan su domicilio o establecimiento las personas o entidades con las que se relacionen. Se plantea, sin embargo, el problema de la relación de debe existir entre la legislación mercantil y el Código Civil. Cabe mantener, en efecto, que para que exista una regulación única en las operaciones jurídico-mercantiles en el mercado no es preciso que todas las normas aplicables a esas operaciones se incluyan en la legislación mercantil, puesto que también puede mantenerse esa unidad de regulación incluyendo en la legislación mercantil solamente las especialidades que el tráfico económico exija frente a la regulación de Derecho común, en la medida en que el Código Civil, aplicado como una norma complementaria del Código Mercantil, imponga también unas reglas únicas para su aplicación en el mercado. LAS EXIGENCIAS DE LA UNIDAD DE MERCADO. Surge así un problema constitucional de primera magnitud, porque es evidente que la unidad de mercado desde el punto de vista jurídico exige que las normas en materia contractual sean las mismas en todo el territorio del mercado, sean estas civiles o mercantiles. En una primera fase de la aplicación de la Constitución el Tribunal Constitucional tuvo oportunidad de declarar que las normas que regulan los contratos eran de competencia estatal, precisamente por la competencia sobre la legislación mercantil y las bases de las obligaciones contractuales atribuida por la Constitución. Pero esa situación actualmente ha cambiado y las circunstancias hacen parecer evidente que las normas que tienen que regir de manera unitaria en todo el mercado tendrán que promulgarse en el ámbito de la legislación mercantil, puesto que las normas de carácter civil que hayan de regir para los contratos y que estén incluidas en el Código Civil, no serán ya normas unitarias sino que dependerá del Código Civil que sea aplicable a la relación jurídica de que se trate, por lo que se debe evitar se fraccione la unidad de mercado desde el punto de vista jurídico y cuando menos será fuente de una inseguridad jurídica incompatible con las exigencias de seguridad y previsibilidad de las relaciones jurídicas dentro del mercado. Desde un punto de vista sistemático, no parece dudoso que la regulación protectora de los consumidores forma parte importante de la regulación de las relaciones jurídico-privadas del mercado. Pero ante todo las nuevas propuesta de nuevo código mercantil debe ser realista, de tal manera que el anteproyecto que se redacte ofrezca los menos problemas posibles para su aprobación como texto legal. Y no parece razonable que al poco tiempo de la aprobación del texto refundido de la Ley de Protección y Defensa de los Consumidores y usuarios, que puede considerarse, por su sistemática, como un verdadero código, pueda derogarse ese texto refundido para integrar su contenido en un futuro código mercantil. Así pues, la fundamentación de la necesidad del nuevo código mercantil resulta clara desde el punto de vista constitucional de la unidad de mercado y también es evidente que este nuevo código mercantil debe servir para integrar en él la regulación de las principales instituciones jurídico-mercantiles. Ello significa que no toda la regulación del nuevo código debe ser nueva, sino que junto a partes novedosas, se incluirán textos legales ya vigentes revisados en su caso en aquellos puntos en que se considere oportuno. REQUISITOS PARA LA CODIFICACION MERCANTIL. 1°. Fijación del derecho, cuyo resultado es un cuerpo fijador llamado Código. En la historia del desarrollo de los pueblos diversos han sido los motivos, inspiraciones, circunstancias y resultados, pero en el fondo ha latido el mismo resultado, la fijación del derecho. 2° A partir de la fijación del derecho, se determinará la situación de hecho. 3° La evaluación del estado de las fuentes de derecho, en a la época anterior al de la codificación, cuyo manejo y conocimiento es fundamental para el análisis posterior. 4° Sólo después es posible y conveniente adentrarse en el estudio del fenómeno codificador: • Análisis lingüístico. • Conceptuación dogmática. • Concepto. • Objetos filosóficos, políticos y socioeconómicos. • Aspectos de Técnica legislativa. CONSUMIDORES O USUARIOS, PROVEEDOREES, PRODUCTO, SERVICIO, RELACION DE CONSUMO, ASOCIACIONES DE CONSUMIDORES, ASIMETRÍA INFORMATIVA, HABITUALIDAD. 1. CONSUMIDORES O USUARIOS: 1.1 Las personas naturales o jurídicas que adquieren, utilizan o disfrutan como destinatarios finales productos o servicios materiales e inmateriales, en beneficio propio o de su grupo familiar o social, actuando así en un ámbito ajeno a una actividad empresarial o profesional. No se considera consumidor para efectos de este Código a quien adquiere, utiliza o disfruta de un producto o servicio normalmente destinado para los fines de su actividad como proveedor. 1.2 Los microempresarios que evidencien una situación de asimetría informativa con el proveedor respecto de aquellos productos o servicios que no formen parte del giro propio del negocio. 1.3 En caso de duda sobre el destino final de determinado producto o servicio, se califica como consumidor a quien lo adquiere, usa o disfruta. 2. PROVEEDORES.- Las personas naturales o jurídicas, de derecho público o privado, que de manera habitual fabrican, elaboran, manipulan, acondicionan, mezclan, envasan, almacenan, preparan, expenden, suministran productos o prestan servicios de cualquier naturaleza a los consumidores. En forma enunciativa y no limitativa se considera proveedores a: 1. Distribuidores o comerciantes.- Las personas naturales o jurídicas que venden o proveen de otra forma al por mayor, al por menor, productos o servicios destinados finalmente a los consumidores, aun cuando ello no se desarrolle en establecimientos abiertos al público. Código de Protección y Defensa del Consumidor 2. Productores o fabricantes.- Las personas naturales o jurídicas que producen, extraen, industrializan o transforman bienes intermedios o finales para su provisión a los consumidores. 3. Importadores.- Las personas naturales o jurídicas que importan productos para su venta o provisión en otra forma en el territorio nacional. 4. Prestadores.- Las personas naturales o jurídicas que prestan servicios a los consumidores. 3. Producto.- Es cualquier bien mueble o inmueble, material o inmaterial, de origen nacional o no. 4. Servicio.- Es cualquier actividad de prestación de servicios que se ofrece en el mercado, inclusive las de naturaleza bancaria, financiera, de crédito, de seguros, previsionales y los servicios técnicos y profesionales. No están incluidos los servicios que prestan las personas bajo relación de dependencia. 5. Relación de consumo.- Es la relación por la cual un consumidor adquiere un producto o contrata un servicio con un proveedor a cambio de una contraprestación económica. Esto sin perjuicio de los supuestos contemplados en el artículo III. 6. Asociaciones de consumidores.- Son organizaciones que se constituyen de conformidad con las normas establecidas para tal efecto en el Código Civil. Su finalidad es proteger, defender, informar y representar a los consumidores y usuarios, pudiendo interponer ante las autoridades competentes reclamos y denuncias a nombre de sus asociados y de las personas que hayan otorgado poder a su favor, así como en defensa de intereses difusos o colectivos de los consumidores, con sujeción a lo previsto en el presente Código. 7. Asimetría informativa.- Característica de la transacción comercial por la cual uno de los agentes, el proveedor, suele tener mayor y mejor información sobre los productos y servicios que ofrece en el mercado a los consumidores. 8. Habitualidad.- Se considera habitual aquella actividad que se realiza de manera común y reiterada de tal forma que pueda presumirse que se desarrolla para continuar en el mercado. Este concepto no está ligado a un número predeterminado de transacciones que deban realizarse. Las actividades de venta de productos o contratación de servicios que se realicen en locales abiertos son consideradas habituales por ese simple hecho.