EL LIBRO NEGRO DE LA NUEVA

IZQUIERDA
FUE ESCRITO POR 2 AUTORES, AMBOS ARGENTINOS,
QUIENES A MENUDO BRINDAN CONFERENCIAS SOBRE
EL LIBRO Y SOBRE EL TEMA EN GENERAL:
 NICOLÁS
MÁRQUEZ
Es escritor y abogado argentino. A sí mismo se
define como partidario de la derecha, aunque no
acepta el calificativo de extrema derecha o
neofascista, que es el que le han impuesto sus
adversarios políticos y teóricos, ya que no
reivindica la violencia como la forma de interacción
y participación política y social.

En cambio, su postura sobre la dictadura

argentina no deja de ser polémica como mínimo:
no solo justifica los actos de violencia desde el
poder, sino que los reivindica como acciones
defensivas contra la violencia con que actuaban los
grupos izquierdistas de aquella época.

Es además muy crítico del peronismo, y de

todos los poderes políticos de tendencia
izquierdista, tales como Cuba, Venezuela o Bolivia,
y de sus principales figuras políticas. Finalmente, es
también un fuerte crítico del kirchnerismo y del
fuerte estatismo que padece su país.
 AG U S T Í N L A J E
Politólogo e investigador argentino, Agustín Laje es
un joven escritor qué, mediante el análisis de
fuentes feministas e izquierdistas, cuestiona la
validez teórica y legal de las demandas que hace el
feminismo de tercera ola, el cual, a diferencia de
sus antecesoras, promueve la deconstrucción de la
sexualidad humana (es decir, la eliminación de las
características propias de la masculinidad y la
femineidad) como la única forma de alcanzar la tan
anhelada igualdad hombre-mujer. Su
fundamentación teórica es muy fuerte, por lo cual
es muy difícil rebatir sus argumentos.

Se hizo célebre por debatir con feministas muy

conocidas, entre ellas la señora Malena Pichot, la
cual llegó al extremo de insultarle en vivo en su
espacio radiofónico. Recientemente fue
denunciado ante INADI, un instituto contra la
discriminación en Argentina

Laje es además fundador y director de LIBRE,

una organización que promueve valores liberales
como el derecho a la vida, el respeto a la
propiedad, y las garantías individuales.
EL TEXTO SE DIVIDE EN DOS PARTES, CADA UNA
DE ELLAS REFERENTE A UN TEMA ESPECÍFICO,
CADA UNA ATRIBUIBLE A SUS AUTORES
 P R I M E R A PA R T E
Esta sección del libro fue escrita por Laje, y
liga la ideología marxista desde sus inicios con
el feminismo de primera, segunda y tercer ola,
siendo en esta última en la cual se da de
manera más marcada el fenómeno de la
deconstrucción de la sexualidad, su imposición
como paradigma por parte del Estado y el
rechazo del orden social y familiar bajo el
argumento de ser una prolongación del
capitalismo y del patriarcado a la vez.

Además la ideología ofrece mayores

derechos a la población, pues se presume que
aún no ha alcanzado el estatus de igualdad con
el masculino. Se ejemplifica con los casos en
los cuales esta ideología ha logrado que los
términos hombre y mujer sean obsoletos, a
pesar del respaldo científico con el que
cuentan para su diferenciación y su
particularización. Se aborda también la
manipulación del lenguaje con fines
ideológicos.
S E G U N D A PA RT E
Nicolás Márquez analiza como la
homosexualidad se convirtió en un foco de
interés político para los grupos de izquierda,
los cuales utilizaron a esta minoría y sus
intereses para apuntalar el declive de su
sistema alrededor del mundo en los años
1990.

La homosexualidad pasó así de ser un blanco

favorito de los regímenes de izquierda, a
convertirse en uno de sus mayores aliados,
siendo el mejor ejemplo el Che Guevara, que
persiguió y encarceló a homosexuales para
llegar finalmente a la postura del régimen
castrista en los años 90 que incluso se disculpó
por los crímenes pasados y apoyo a la
comunidad LGBT como un movimientos social
en busca de nuevos derechos.
 PARA FINALIZAR
No se debe malinterpretar el sentido del libro. Muchos de sus críticos lo han
condenado sin haberse tomado la molestia de leerlo, o cuando menos hojearlo. Por
demás está decir que sus autores han sido también condenados como machistas,
homofóbicos, misóginos, entre otros calificativos, incluso en fuentes tan populares
como Wikipedia.

Su texto no promueve la homofobia ni la misoginia. Al contrario, reconoce los derechos que

las primeras olas feministas exigían, como las sufragistas, con un comportamiento prudente y
con peticiones justas que no tenían dobles intenciones. Los autores elogian los derechos que
ahora disfrutan las mujeres y que antes les eran negados; también reconoce al homosexual su
derecho a vivir su sexualidad y su privacidad, en el marco de los derechos humanos y las
garantías individuales.

Lo que es duramente criticado en el libro es el sentido de imposición que el feminismo de tercera

ola y el movimiento LGBT tienen respecto a su visión de la sexualidad, más aún cuando intentan
imponerse en áreas en las que su participación no representa parte de sus derechos, como la
educación infantil, la salud o el entorno legal, un comportamiento tan despótico que solo es
equiparable y que es respaldado por regímenes autoritarios de izquierda, que buscan apoyo entre
minorías descontentas para perpetuarse. También critica con rigor y fundamentos la intolerancia y
violencia que últimamente caracteriza a los partidarios de la ideología de género.

Es un libro de derecha, cierto, pero aún así brinda un marco teórico a quienes desde
cualquier parte del espectro político se sienten vulnerados o violentados por grupos que
utilizan la victimización y la manipulación mediática y lingüística para implantar su punto de
vista dentro de las normas jurídicas del país y de la educación infantil.