2 Timoteo 3:15-17
INTRODUCCION
Hay únicamente dos textos en el Nuevo Testamento que
hablan acerca de la inspiración de la Biblia, pero en ambos
casos se nota una singularidad muy notable en cuanto a su
valor crítico, que es preciso analizar. En el primer pasaje se
nota el factor divino (2 Timoteo 3:15-17), mientras que el
segundo pasaje enfoca el factor humano (2 Pedro 1:19-21).
Deducimos con esto que la Biblia es un libro único, aunque
muchos incrédulos traten de desacreditarla, su valor se
recalca al considerar algunos aspectos:
ÚNICA EN SU CONTINUIDAD
La Biblia fue escrita a lo largo de 1.600 años, 60 generaciones; fue escrita por
más de 40 autores humanos de todas las clases sociales: reyes, campesinos,
filósofos, pescadores, poetas, eruditos, etc. Moisés fue un líder político,
adiestrado con la mejor educación de Egipto, Pedro fue un sencillo pescador,
Amós fue un pastor de ovejas, Josué fue un general militar, Nehemías fue un
copero, Daniel fue el primer ministro del rey, Mateo fue un cobrador de
impuestos, Pablo fue un filósofo, etc.
Por ejemplo, Philip Schaff dice referente a Jesús: “Jesús de Nazaret, sin dinero ni
armas, conquistó más millones que Alejandro, César, Mahoma o Napoleón; sin
ciencia ni erudición derramó más luz sobre las cosas divinas y humanas que todos
los filósofos y eruditos combinados. Sin la elocuencia de las escuelas, habló tales
palabras de vida como nunca antes o después fueron dichas y produjo efectos que
yacen más allá del alcance del orador o del poeta. Sin escribir ni una sola línea puso
en movimiento más plumas y proporcionó temas para enseñanzas, oraciones,
discusiones, volúmenes de erudición, obras de arte y cantos, que el ejército
completo de grandes hombres de los tiempos antiguos y modernos”.
CONCLUSION
si consideramos que la Biblia es el mejor libro del mundo, debemos
leerlo y estudiarlo, de tal manera que comprobemos cuál es la voluntad
de Dios para nuestras vidas. Jesús dijo a sus seguidores: “Escudriñad las
Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).
Sí, a través de la Biblia podemos abrir nuestro entendimiento y
comprender las grandes verdades y riquezas bíblicas. Los hermanos en
Berea no se conformaban con escuchar las enseñanzas, sino que les
gustaba comprobar personalmente lo que los apóstoles decían (Hechos
17:11).
CONCLUSION
Timoteo aprendió desde muy pequeño las Escrituras y fue un excelente
ministro del Señor. En efecto, la palabra del Señor nos hace sabios
porque es el libro de libros. Ha sido preservado divinamente a través de
los siglos, para que nosotros tengamos la oportunidad de leerla y, a
través de ella, tener vida eterna.