INTRODUCCIÓN
La criminogénesis vez estudiados los elementos de la primera, pasamos
a detallar la segunda. Los fenómenos criminales en su mayoría,
actúan bajo la forma de elementos variables que son investigados y
valorados en cada caso. De ese modo, en el análisis de la
criminalidad, no basta con enu- merar los factores que la
determinan, sino que se hace necesario verificar cuáles son las
formas o vías en las que están interrelaciona- dos, a fin de encontrar
el orden lógico funcional de su actuación. Ya desde el siglo XIX,
Paul AUBRY, en su obra El Contagio del Ase- sinato (1895), decía
que los agentes orgánicos que preparan el terreno a la delincuencia
son tres, a saber: a) ILa herencia criminal directa; b) Un sistema
nervioso desequilibrado; c) Ciertas deformaciones o con-
formaciones anatómicas, que él considera todavía poco definidas.
Los agentes sociales que trasmiten el contagio, aisladamente o
combinándose unos con otros, son: a) La mala educación familiar;
b) La prisión; c) Las malas lecturas; d) El espectáculo de las
ejecuciones capitales. SUTHERLAND dice que "la acción
delincuente no procede en el vacío, sino dentro de campos
situacionales que posibilitan ción. Los procesos por los cuales se
forman las acciones sociales son los mismos, ya sea que se trate de
actos de delincuentes o de no delincuentes. No hay una formación,
pues tanto en un caso como en otro hay siempre: a) Una situación
concreta; b) Un agente; c) Hábitos adquiridos.
La acción delincuente, en ese aspecto, es una respuesta "normal" a una situa-
ción determinada." An RAHAMSEN presenta la siguiente ecuación: En la
que: C significa crimen; T, tendencias; S, situación; R, Te astencia Para
GIBBENS, "la delincuencia puede considerarse como un fracaso del
sistema de dominio interno del individuo, del sistema de coerción externa
de la sociedad, o de ambos a la vez." Y, en nuestro medio, MARTINEZ.
LAVALLE explica que "el delincuente es una persona, una gente como
muchos millones más, que por diferentes factores se ve empujado a la
comisión de un delito, y que de ninguna manera puede considerarse como
algo abstracto, sin voluntad, sin creencias, sin principios o interés. Sin
embargo, una gran parte de los que han escrito sobre el fenómeno de la
criminalidad dentro de nuestra sociedad, se muestran reacios a considerar
todos los elementos interactuantes y no intenten hacerlo."
El crimen es un fenómeno extraordinariamente complejo, para descifrar su
dinámica debemos tomar en cuenta que no es mente la violación de la ley,
sino que además consiste en: 1. Una expresión de la personalidad, el
criminal se proyecta a hay razón, realmente, para que no simple- través de
su conducta, en todo crimen hay implícita una personalidad. 2. Una forma
(inapropiada) de resolver los conflictos y ciertas necesidades primarias,
problemas culturales, carencias socia- les, etc. 3. Un mecanismo de
protección frente a la amenaza de desorganización, pues es una conducta
reguladora de tensiones. 4. Un vínculo con otro u otros, de aquí la
importancia de la Victimología.
2-EL PASO AL ACTO
En todo individuo hay criminalidad latente (Nicéforo), todos tenemos instintos, pulsiones,
tendencias, impulsos, y, sin embargo, no todos pasan al acto, es decir, cometen una conducta
antisocial. En el no criminal, parece que la falla criminal está bastante pro- funda y los
estratos que la cubren son de buen material, cementado por una fuerte voluntariedad. El
delito es un evento que puede realizar cualquier ser humano, de aquí la importancia de
estudiar no sólo a los antisociales, sino también a los sujetos Sociales, al "hombre medio",
que por lo general ta los valores de su colectividad. El "hombre medio" puede tener
suficiente capacidad de autodominio y autocontrol, pero es frecuente la necesidad de la
acción intimidatoria de la ley A pesar de la amenaza penal, hay sujetos que pasan al acto más
fácilmente que otros, y son aquéllos que tienen un umbral criminal bajo, por eso es necesario
conocer en umbral y cuáles son los mecanismos y procesos de la conducta criminal Ya
mencionamos, en el capítulo IX, cómo existe un umbral criminal, es decir, la capacidad del
sujeto para reaccionar a un determinado estímulo, que en los casos de los antisociales el
umbral es bajo; mantiene dentro de la normatividad aceptada, y respe- qué consiste ese es
decir, se necesita poco estímulo para que pasen al acto, para que cometan la conducta
antisocial.
Para PINAIE. Son los elementos de la capacidad criminal (ininti-midabilidad y
nocividad), los que determinan el umbral delincuencial, para la mayor o menor
facilidad del paso al acto. Pueden distinguir. se tres fases: de a) El
consentimiento mitigado, con procesos de alta legitimación subjetiva, que
posteriormente desarrollará un sentimiento de injusticia sufrida. Hay
egocentrismo, es decir, tendencia a re.lacionar todo consigo mismo, produciendo
una incapacidad de juzgar un problema moral desde otro punto que no sea el
personal b) Consentimiento formulado, donde la acción criminal es acepta- da;
aunque surge la idea del castigo al que se expone, por esto se habla de labilidad
emocional o de principio de placer sobre principios de realidad. c) Estado de
peligro, es el período de crisis que precede inmediatamente al acto. El criminal
puede ser detenido por dificultades u obstáculos que hacen la ejecución
imposible. La agresividad que triunfa sobre los obstáculos tiene aquí gran
relevancia. d) Paso al acto. Venciendo todo lo anterior, se convierte en ciego y
sordo; esta falta de inhibición se explica por la indiferencia afectiva de los
delincuentes que los antiguos llamaban insensibilidad moral. En la teoría de
KINBERG, existen tres clases de situaciones meso- lógicas distintas:
1. Las situaciones específicas peligrosas, con dos rasgos:
a) La ocasión de cometer el crimen está siempre presente, y el presunto delincuente
no tiene necesidad de buscarla o de crear las condiciones.
b) La presencia de un factor dinámico, de una un acto criminal de cierto tipo.
2. Situaciones no específicas o amorfas. En ellas la ocasión delictiva no está presente
sino que debe ser buscada.
3. Las situaciones intermedias o mixtas, en ellas existen situaciones donde se mezclan
características de tipo específico y de tipo no específico. En la primera clase es
fundamental la personalidad de la víctima, en la segunda la personalidad del
criminal, y en la tercera la relación pulsión hacia personalidad-situaciónse inicia con
la el estudio de la criminogénesis valoración del grado de evolución física y psíquica,
y de la capacidad de adaptación a las exigencias de vida de su asi, se el ambiente
social y su maduración psicológica. Y de ahí pasamos a la criminodinámica del
delito, que implica un fenómeno de regresión funcional hacia estados anteriores de la
vida individual y social. Esta regresión nos muestra, infantilismo, inmadurez,
búsqueda del principio del placer, etc. grupo. debe analizar la progresiva integración
del individuo en explica en mucho los fenómenos de egocentrismo
FACTORES CRIMINO-IMPLEMENTES Y
CRIMINO-REPELENTES
Para llegar a una conducta antisocial, el sujeto realiza una serie de
movimientos que son actividades por un conjunto de factores
criminógenos, el esquema no es tan sencillo por que en toda ocasión
tenemos que en el sujeto existen activantes que lo llegan hacia la
conducta antisocial. Pero frente a esto tenemos los inhibidores, que
son todo aquello que en una forma u otra impiden o frenan al
individuo a cometer la conducta indeseable.
Este esquema primario puede ser fácilmente entendido por
todos los especialistas, por médicos y psicólogos, por
juristas y sociólogos, y más aún por ingenieros, ya que se
rige por algunas de las bases generales de la cibernética;
generalmente a todo activante corresponde el inhibidor, y
es importantísimo saber la calidad y la cantidad de los
inhibidores para saber si se puede llegar al objetivo
criminal, si puede existir la posibilidad de
retroalimentación, etc.
Esta es una ley social, pero también es una ley biológica, si nosotros
tenemos la tiroides que acelera, aparte tenemos la paratiroides que
frena; frente a los enzimas tenemos paraenzimas; en casi todo el
Universo tenemos unas fuerzas que van hacia algún lado y otras
fuerzas que van hacia algún lado y otras fuerzas que se oponen; se
podría pensar en aquella ley que enuncia que a toda acción
corresponde una
El derecho penal, a través de la amenaza de un castigo, es un factor
crimino-repelente, que se presenta como reacción ante el crimen e
intenta frenarlo; además, hay múltiples formas de reacción social
frente a aquellas conductas o individuos, que son captadas por la
comunidad como dañosas o peligrosas
La situación tiene una importancia extraordinaria en criminología,
porque para llegar la conducta antisocial podemos contemplar dos
hipótesis: una primera en la cual el sujeto tiene activantes comunes,
casi podríamos decir normales, pero comete una conducta antisocial
porque los inhibidores son muy escasos, y al no tener una barrera al
frente el sujeto llega la conducta desviada. La segunda hipótesis es
cuando los inhibidores son bastante suficientes, pero el sujeto está
activado, tiene tan enorme predisposición a la conducta antisocial,
que pasa por encima de los inhibidores, los anula, llega la comisión
del crimen.
Las variables inhibidores son aquellas que
en la presencia de factores predisponentes
tienen a disminuir la probabilidad de que
el comportamiento en cuestión se
manifieste, pudiendo incluso prevenirlo
enteramente.
Los inhibidores pueden ser de todo estilo, hay inhibidores
jurídicos, políticos, económicos, físicos, los hay morales,
religiosos, etcétera es más, ya en el análisis del caso
concreto nos encontramos con que un mismo factor puede
ser al mismo tiempo en diferentes sujetos un impelente o un
repelente
El factor religioso que generalmente es un inhibidor y debe
funcionar y operar como repelente, en ocasiones se
convierte en una activante, pensamos en todos los guerreros
santos, los cristianos pasando a cuchillo a Constantinopla.
Hay casos en los que los factores crimino-repelentes son tan
escasos que nos topamos ante situaciones claramente
criminogenos. Un ejemplo claro es el que nos da Ferracuti y
Wolfgang al describir las subculturas criminales. Otro ejemplo,
doloroso y que hemos sufrido inversos épocas se da el
fenómeno del porrismo, pues los delincuentes llamados
"porros" se han refugiado en las instituciones de cultura, donde
no son perseguidos por la policía ni frenados en forma alguna,
pues no inhibidor moral social académico por lo que se pueden
saltar, traficar, violar, robar o distribuir impunemente.
Es difícil entender los factores crimino-repelentes, pues
todos hemos sentido su eficacia, por ejemplo, cuando el
vértigo de la velocidad apodera de nosotros y vamos a
patrulla, una cámara, o un motociclista de la policía,
inmediatamente bajamos la velocidad, aquí el inhibidor
funciona a la perfección y nos desactiva Para un correcto
dictamen criminológico, deben tomarse en enta tanto los
factores crimino-impelentes como los crimino-repe
antes.
La peligrosidad del sujeto sólo puede fijarse conociendo, va forando y
comparando ambas fuerzas. En el tratamiento es fundamental
considerarlos, pues debe decidirse qué inhibidores se refuerzan y
qué activadores deben eliminarse. La terapia no puede reducirse
simplemente crimino impelentes y crear o reforzar los inhibidores.
En ocasiones los factores crimino-impelentes ensemos en
enfermedades incurables), y hay casos en los que no conviene
eliminarlos, pues no todos los activantes son en sí nocivos , la
agresividad bien encaminada es benéfica, el impulso sexual es rmal,
etc. En estos casos, toda la energía debe canalizarse hacia a
desactivar los no son eliminables o útil.
XXI. 4. FACTORES PREDOSPONENTES
PREPARANTES Y DESENCADENANTES
Una forma de explicar los factores criminogenicos es dividirlos, de
acuerdo a su función, en predisponentes, preparantes y
desencadenantes. Esta clasificación, que se ha hecho clásica,
tuvo su origen en la Escuela de Criminología Clínica. En la
Universitá degli Studi en Roma, Italia.
Es muy necesario su estudio en cuanto nos descifran el iter criminis
(camino del crimen) criminológico, y nos dan la dinámica
criminal de cada caso en concreto.
XXI. 4.1. FACTORES PREDISPONENTES
Del latín praedisponere: predispones significa en español disponer
anticipadamente algunas cosas, o el animo de las personas,
para un fin determinado.
En Criminología, estamos de acuerdo con nuestro maestro Di Tullio,
en que “la predisposición a la criminalidad es la expresión de
aquel complejo de condiciones orgánicas y psíquicas,
hereditarias, congénitas adquiridas, que, acentuando las fuerzas
naturales, instintivamente egoístas y agresivas, y debilitando las
inhibitorias, hacen particularmente proclive al individuo para
llegar a ser un criminal, también bajo la influencia de estímulos
que quedan debajo de la línea operante sobre la masa de los
individuos”.
Los factores predisponentes son de naturaleza endógena, y pueden ser
biológicos o psicológicos.
La predisposición desde el punto de vista biológico, debe ser
considerada como una potencia de desarrollo especifico, una
posibilidad evolutiva que pueda conducir a características
particulares psicofísicas, a formas especiales de conductas
Se consideran variables predisponentes a aquellas cuya presencia
aumenta la probabilidad de que el comportamiento criminal se
manifieste. Indican un grado de vulnerabilidad de parte del
individuo que las posee y puede explicar, por si mismas, parte
significativa de las variaciones existentes en la conducta. Variables
predisponentes son aquellas que poseen una relación de carácter
necesario –pero no suficiente o compulsorio- con el fenómeno en
estadio.
XXI. 4.2. FACTORES PREPARANTES.
Los factores preparantes son generalmente exógenos, vienen de afuera
hacia adentro, pueden ser sociales, como la provocación en una riña,
pueden ser de naturaleza mixta como el alcohol, que todos los autores
están de acuerdo en señalar como el factor prepararte por excelencia.
La influencia descomunal del alcoholismo en los delitos violentos (por lo
menos en nuestro país) es indudable; el factor prepararte, realiza doble
función que es importante conocer: actúa, no solo acentuando
actividades, sino que tiene la fundamental característica de aniquilar los
inhibidores.
El alcohol tiene la característica de acentuar todos los factores que llevan hacia
el crimen, es decir, tiene la característica de acrecentar los activadores: el
sujeto que se ha tomado algunas copas se vuelve generalmente mas alegre
si tiene una predisposición a la alegría, se vuelve terriblemente mas triste si
tiene una predisposición a la tristeza, o sea que si es un sujeto depresivo
entonces el cuarto o quinto alcohol ya estará llorando, si por el contrario el
sujeto es agresivo, el cuarto alcohol ya estará deseando pelear.
Recordemos aquí las etapas del alcoholismo, según la sabiduría, popular: la
primera, tu eres mi cuate, la segunda, tu eres mi hermano, la tercera, yo soy
tu padre; es decir, vamos en un plano ascendente después declina; aquí
recordemos al maestro Quiroz Curaron que explica el alcoholismo en tres
etapas: la del león que siempre es el todo poderoso, la del mono que es
gracioso, y la del cerdo en el suelo
Para los efectos de este apartado, estamos considerando el alcoholismo en
esta primera etapa, en la que el sujeto acrecienta su natural
agresividad, o siente acrecentada su natural instintivita sexual, a la
segunda o tercera copa se siente mucho mas excitado e incitado a
todos los niveles. Al mismo tiempo tenemos la desaparición de los
inhibidores, el sujeto con unas copas va a ser capaz de hacer cosas que
jamás haría sobrio y en publico: En un momento dado es capaz de
hacer un “striptease”, o de declarársele a una muchacha, o de manejar
a 120 k/h o provocar a alguien que indudablemente le va a partir la
cara, porque ya no hay freno, ha perdido sus inhibidores.
XXI. 4.3. FACTORES DESENCADENANTES
Factor desencadenante es el que precipita los hechos, es el punto final del
drama, es el ultimo eslabón de la cadena.
Son “todas aquellas circunstancias que estando provistas de escasa
eficiencia causal, son, sin embargo, necesarias para que se verifique el
evento criminal, ya que son ellas las que hacen cesar la resistencia
individual.”
El factor desencadenante, pos así decirlo, es la gota que derrama le vaso,
en ocasiones pueden ser el mas absurdo o el mas desconcertante. Por
desgracia en la realidad el factor desencadenante es el que mas se
toma en consideración, es el que la opinión publica mas se observa,
pero no sumamente en ella, en ocasiones los jueces lo toman principal y
fundamentalmente para sus decisiones.
El factor desencadenante por si solo es de escasa importancia en la
mayoría de los casos, criminológicamente es mas importante el
predisponente, perno no podemos olvidar ninguno de los dos pues,
a mayor predisposición menor peligrosidad, a mayor factor
desencadenante menor peligrosidad, a menor factor
desencadenante mayor peligrosidad.
Es mucho el factor desencadenante esta condicionado por el
predisponente, pues lo que puede desencadenar en un sujeto
puede no hacerlo en otro.
El factor desencadenante puede ser interno o externo, la agresión
verbal o física, el “corto circuito” de un cerebro dañado, la muerte
de un ser querido, el descuido de la victima, la alucinación del
psicótico, etc.
V.DINAMICA.
Hemos dicho que el factor desencadenante es la gota de agua que derrama el vaso; el ejemplo es
burdo pero comprensible, la copa o vaso es el factor predisponente; algunos tienen una gran
capacidad, una copa muy grande, estos son menos peligrosos; otros tienen una copa pequeña y
pronto se verán colmados. El liquido que se va llenando el recipiente es el factor preparante, su
cantidad puede prevenir a gran velocidad o lentamente. Finalmente llega la gota que puede ser
también grandes proporciones.
Para una mejor comprensión, lo siguiente:
PREDISPONE PREPARA
NTE NTE
PREPARANTE
DESENCADENA PREPARA
NTE NTE
POR EJEMPLO EL CASO DE LA COPA:
-PODEMOS DISTINGUIR EL TAMAÑO DEL RECIPIENTE.
-MATERIAL DEL CUAL ESTA FABRICADO.
-DIFERENCIA DEL LIQUIDO QUE SE ESTAMOS VERSANDO EN ELLOS.