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El trabajo escrito

Maestra: Valentina Santos


El trabajo escrito
 Objetivo de la materia: Analizar y aplicar
métodos y técnicas de redacción para la
elaboración de un trabajo de titulación de
calidad.
Subtema 1.1. Elección del tema

 Objetivo del subtema: Conocer por qué es


importante la definición clara y exacta de un tema
de investigación, pues sólo una vez que se haya
cumplido con este paso, se podrán realizar trabajos
de titulación coherentes, claros y verdaderamente
útiles.
El tema
Todo comienza por el tema…
Uno de los atolladeros más grandes para muchos estudiantes,
independientemente de la carrera que cursen, es la elección del
tema. Y es un paso difícil por varios motivos, el principal es que los
alumnos por lo general escogen trabajos que, al cabo de poco
tiempo, dejan de interesarles. Otro aspecto que desmotiva a los
estudiantes es que, una vez que eligen un asunto en particular, no
toman en consideración que éste requiere más tiempo y esfuerzo de
lo que creían.
Qué nos dicen los expertos
Nuestro primer maestro en este recorrido por la definición del tema

de investigación es Umberto Eco. Para el experto en semiótica y

profesor en la universidad de Bolonia, todo aquel que desee evitar

complicaciones debe cumplir con cuatro requisitos:

1. Que el tema sea compatible sus intereses.

2. Que las fuentes sean accesibles en lo físico.

3. Que las fuentes sean accesibles en lo conceptual.

4. Que la metodología propuesta por el asesor pueda ser desarrollada


por el alumno, de acuerdo con su experiencia.
Los temas exigen definición
El maestro italiano nos sugiere que para lograr hacer una tesis

panorámica sin demasiadas pretensiones y que pueda resultar tan útil

como interesante no se descarte un asunto complejo, sino que se

trate de delimitar al máximo. Así, en lugar de analizar las reformas

educativas a lo largo del siglo XX, resulta conveniente, una vez que se

ha respondido al porqué del estudio, generar un filtro conceptual. Si lo

que nos interesa es describir los enfoques teóricos dominantes en la

última reforma y sus antecedentes inmediatos, ¿para qué abarcar 100

años de programas educativos?


Los objetivos
Los objetivos
Si hacemos una analogía entre un mapa y los objetivos de una
investigación, podemos compararlos como el inicio y el desenlace de
un camino por el que pretendemos transitar.

Uno de los expertos que hemos elegido para conducirnos por este
recorrido metodológico, Raúl Rojas Soriano, nos señala que:

“Para plantear los objetivos es indispensable conocer con detalle qué


se pretende lograr a través de la investigación; esto permitirá fijar
objetivos debidamente fundamentados y susceptibles de
alcanzarse”.
Los objetivos tienen que cumplir con una
serie de requisitos
Nuestro maestro en la definición de aspectos metodológicos, Raúl

Rojas Soriano, nos sugiere que los objetivos cumplan con lo

siguiente:

1. Deben identificar los factores que generan las condiciones del


problema a analizarse.

2. Es preciso que jerarquicen estos mismos factores.

3. Es indispensable que se orienten hacia una comprobación de la


hipótesis o a responder a nuestras preguntas iniciales.
Los objetivos son verbos y, por lo tanto,
acción
Un aspecto que debemos señalarte, y que se relaciona no sólo con la
redacción de tus objetivos, sino con la correcta conceptualización de ellos
se refiere a la selección de los verbos: éstos deben ser siempre en infinitivo
y obedecer con exactitud a la fase que están explicando.

Así, los verbos correspondientes con la fase introductoria pueden ser:


“explicar”, “describir” y “exponer”. De ninguna manera se recomiendan los
siguientes verbos para un momento inicial: “concluir”, “aplicar
(metodología)” y “sugerir”. En fases posteriores es perfectamente lícito
emplar verbos como “desarrollar”, “proponer” e, incluso, “modificar”.
La relevancia del caso
La justificación: como plantear la relevancia de tu
caso
Empezamos esta precisándote que una justificación o un planteamiento
de la relevancia no se refiere a los motivos emocionales que hacen que
tú, futuro profesional, opte por este tema y por un enfoque en particular.
Dicha estructura busca mostrar a los demás por qué es importante
invertir recursos y esfuerzos en un tema que encuentras interesante,
digno de estudiarse. En suma, se trata de un texto que va a convencer a
instituciones e individuos de que tus formulaciones, producto de la
observación y la experiencia, van a traducirse en proyectos de calidad,
en una mejora en el nivel de vida o en la preservación de un
conocimiento.
Continuemos con nuestro ejemplo
Si te has percatado de que en tu cotidianidad hay un punto de investigación
muy interesante y que puede ser altamente productivo, tu interés ahora se
debe centrar en hallar una cierta convergencia entre tus observaciones de
un problema y la necesidad de que éste sea adoptado como una cuestión
relevante.

Puedes plantear un trabajo que tenga todo el sustento teórico necesario y


que pueda resultar tan innovador como tú lo deseas. Sin embargo, si tu
proyecto no logra convencer a tu entorno académico ni suscitar el interés de
algún grupo que pueda asumir los costos y que te pueda brindar toda la
infraestructura requerida, puede naufragar sin remedio.
Argumentos válidos para la relevancia
Vamos a valernos de los consejos que nos brinda Raúl Rojas
Soriano para lograr una justificación trascendente:

“Para estar en posibilidad de presentar una justificación correcta se


requiere conocer ampliamente las causas y propósitos que motivan
la investigación. Ésta puede originarse por la inquietud de lograr
mayores conocimientos teóricos en ciertas áreas (…) o surgir por la
necesidad de contar con elementos de juicio para estructurar
políticas y estrategias operativas que permitan la solución de los
problemas que se investigan (…)”.
Las justificaciones pueden hacer mucho por ti y los
demás
Una justificación, por ejemplo en la rama pedagógica, puede obedecer a
la necesidad de desarrollar líneas de investigación que contribuyan a un
eficaz aprendizaje de la música o a ahondar en la trascendencia de la
estimulación lingüística en otras ramas. En el campo administrativo, tu
aportación puede ayudar a optimizar recursos o a multiplicar las
ganancias.

En fin, que las posibilidades para hacer que, lo mismo un investigador


acreditado que una institución prestigiada y con recursos, presten
atención a tu asunto, son múltiples.
Explica la relevancia de tu trabajo
Olvídate de los juicios de valor y trata de sustentar con argumentos
tanto la viabilidad de tu trabajo como la necesidad de que otros
organismos se interesen en él.
Marco conceptual
Qué es el marco conceptual
Responder a esta pregunta no es sencillo, ya que, contrario a lo que
muchos creen, el marco conceptual no es una lista de conceptos y
nada más. Tampoco se trata de una exposición del pensamiento del
autor en palabras de nosotros.

El marco teórico, o conceptual, es mucho más: es un componente


del trabajo escrito que muestra con claridad la capacidad del
investigador o estudiante para entender a los teóricos y relacionar el
pensamiento de éstos con la realidad o, más concretamente, con el
objeto de estudio.
Qué nos dicen los expertos
Hay múltiples visiones de lo que es un marco conceptual. La que para
nuestros fines conviene es la de la maestra María Marcela Bottinelli,
investigadora argentina. Para ella, el marco teórico es “el conjunto de
supuestos desde los que uno efectuó su recorte”. El punto más
importante que aborda la profesora Bottinelli se refiere a la legitimidad y
diversidad de las teorías expuestas, ya que en su opinión, los conceptos
elegidos “pueden pertenecer a una o varias teorías ya validadas (…) en la
comunidad científica que necesitan ser explicitadas en su definición,
clasificación, alcances y relaciones (…)”.
Qué nos dicen los expertos
Para Raúl Rojas Soriano es preciso que antes de elaborar el marco
conceptual haya un trabajo exhaustivo que contribuya “a generar
ideas o conceptos a través de la observación sistemática de los
fenómenos en cuestión”. Una vez que se ha cumplido con esta fase,
el investigador está en posibilidad de reflexionar en términos
teóricos. Ahora bien, recurrir a uno o varios autores para explicar un
concepto no significa adoptar una totalidad sin cuestionamientos,
sino analizar y justificar la pertinencia de los presupuestos
especificando en qué se coincide con ellos.
En otros ámbitos también es preciso
desarrollar un marco conceptual
Piensa por ejemplo, en los diversos enfoques que en materia
cognitiva han emergido: desde el conductista, cuyo más grande
exponente teórico fue Pavlov, hasta el constructivismo desarrollado
por Carl Rogers; todos exponen sus propios argumentos, algunos de
ellos contradicen a las teorías precedentes.

Aunque no hay quien niegue las aportaciones de Pavlov, por


ejemplo, algunos consideran que su concepción basada en estímulo-
respuesta es insuficiente y obsoleta, por lo cual, no conviene
aplicarla en su totalidad.
Desarrolla tu propio marco conceptual
Es importante que, una vez que tengas aprobado tu objeto de
estudio y ya que tengas un planteamiento acerca de los límites y
alcances de la investigación, te des a la tarea de diseñar tu propio
marco conceptual.

Piensa en una estructura coherente, lógica y fluida; para lograrla, tal


vez sólo precises de una cuatro o cinco conceptos que puedes
desarrollar en dos o tres cuartillas únicamente.

Cuida de no incluir autores de corrientes opuestas, pues de lo


contrario estarías arruinando tu trabajo.

Y no olvides citar al pie de página… ¡es un punto fundamental!


Desarrollo del trabajo
La naturaleza del trabajo
Para que puedas ejercitarte en el desarrollo conceptual de un trabajo
te sugerimos que elabores una descripción, no muy simple ni
tampoco muy rebuscada, del asunto que te ocupa. Puedes comenzar
describiendo cuáles son los orígenes y las condiciones actuales de
tu grupo de estudio. Por ejemplo, si lo que quieres es tratar los
procesos de aprendizaje lingüístico de los niños con déficit auditivo
de determinada institución educativa, debes remitirte a los orígenes
de la escuela o centro de atención que estás estudiando, describir
los enfoques terapéuticos y pedagógicos que emplean y el estado y
el impacto de éstos en el presente.
Facilítate la vida a través de preguntas
Una vez que ya hayas explicado cuáles son las condiciones actuales que
prevalecen en tu comunidad o grupo, y que hayas puesto en antecedentes a tu
lector —lo que puede serte útil para cerrar la fase correspondiente al
planteamiento del problema—, puedes concluir el apartado con una serie de
preguntas. Como ejemplo, tu último párrafo que puede servir como transición a
los objetivos, puede ser:

“Así, ante todo el panorama descrito, es oportuno preguntarnos ¿cuáles son las
perspectivas pedagógicas que conviene adoptar en este centro, dada la poca
funcionalidad de los abordajes anteriores?”.
Ruta crítica
Qué es la ruta crítica
Se trata de un proceso administrativo desarrollado para planear,
organizar, dirigir controlar todas las actividades que componen un
proyecto. El resultado debe traducirse en ahorro de tiempo y
optimización de costos.

Se trata de un método flexible y adaptable que abarca desde las fases


iniciales de un proyecto, hasta su operación en instalaciones.

Uno de los sistemas más comunes es el Método CPM (Critical Path


Method), desarrollado por la Armada de los Estados Unidos de América
en 1957 para controlar los tiempos de ejecución de cada una de las
tareas comprendidas en un proyecto.
Cómo se establece la ruta crítica
La ruta crítica establece dos ciclos:

1. Planeación y programación

2. Ejecución y control

El primer ciclo concluye cuando todos los involucrados en el proceso han sido

informados de tiempos, costos, elementos y procedimientos. Una vez concluida

esta fase, es común que se registren cambios en las secuencias de tiempos y

algunas veces en los costos. Tales modificaciones no deben ser absolutas,

pues en ese caso lo que se estará poniendo en evidencia es una planeación

deficiente e incompetencia.
El trazo de la ruta crítica
Definición

Lista Secuencias Tiempos (en secuencias o simultáneamente)

Aprobación Ajustes Limitaciones Costos

Ejecución y control Terminación

Es importante establecer jerarquías de cada una de las actividades señaladas como


esenciales en el proyecto. Éstas deben ser numeradas al inicio, en el apartado definido
como “lista”, de tal manera que, tanto para el estudiante o investigador como para
quien evalúa, sean fáciles de comprener.
La argumentación
Por qué argumentar
Para explicar este punto, imagina tres posibilidades:

 Trabajas para una organización ecologista que busca difundir el


riesgo que corre el planeta. Tu objetivo es evitar una catástrofe.

 Por razones de orden emocional o, bien, religiosas, te opones a la


llamada “píldora del día siguiente”, así que tratas de convencer a los
demás de tu punto de vista.

 Eres un militante a favor de los derechos de los homosexuales:


te interesa que este grupo pueda adoptar niños y formar una familia.
Para lograrlo, sabes que es necesario un largo trabajo de
convencimiento.
En todos estos hipotéticos escenarios, queda claro que lo que tú
buscas es tratar de modificar un estado de las cosas que ya existe:
quieres hacer conscientes a las personas del cambio climático,
buscas que los demás piensen que la “píldora del día siguiente” es
tan perjudicial como tú la ves, o te propones propiciar un clima de
respeto e igualdad para la comunidad homosexual.

Ante todas estas posibilidades, existe un arma más poderosa que la


violencia: la argumentación.
Qué es la argumentación

Es un ejercicio intelectual a través del cual se buscan dos propósitos:

 Influir en el pensamiento de una persona o de un auditorio que


aprecia, defiende y practica sus valores.

 Brindar los fundamentos necesarios para sostener un determinado


punto de vista expresado en una tesis (en un nivel mucho más teórico).

Como puedes observar, la argumentación apunta siempre hacia un


cambio, una transición de los modos de pensar.
Argumentos no son verdades absolutas
Pero la práctica de la argumentación no impone el uso de “verdades”;
para lograr ese cambio en el estado de las cosas que señalábamos
inicialmente. Pongamos un ejemplo: las personas que defienden el
consumo de alimentos orgánicos señalan que se trata de productos
libres de pesticidas, de fertilizantes o componentes químicos. Quienes se
oponen a dicho régimen alimenticio advierten que no necesariamente se
trata de comestibles libres de sustancias dañinas, pues peligrosas
bacterias se encuentran ellos. Ante este panorama… ¿cómo poder
afirmar que determinado punto de vista es, efectivamente, verdadero? La
argumentación puede inclinar la balanza hacia un extremo o al otro.
Qué es lo que se debe considerar para lograr
argumentos capaces de persuadir, de
transformar
Chaïm Perelman, uno de los teóricos que con mayor inteligencia y
detalle desarrolló trabajos referentes a la argumentación, señala un
punto esencial: desde los tiempos de Aristóteles se ha considerado
absurdo proponer que “todo se mueve” o que “nada se mueve”.
Enunciados de este tipo, tan obvios, no ameritan discusión alguna.
Así, el complejo y fascinante ejercicio de la argumentación, queda
reducido a una burla. No obstante, muchas personas aparentemente
preparadas se guían por proposiciones semejantes.
Qué es lo que se debe considerar para
lograr argumentos capaces de persuadir,
de transformar
Igualmente absurdo es preguntar a un auditorio qué prefiere: si la
esclavitud o la libertad. Nadie responderá que la primera es una
condición deseable en el ser humano; así que, de enunciar una
pregunta semejante, la persona que pretende argumentar puede
pasar por francamente torpe. Si eres un adulto que busca propiciar
un antes y un después en el modo de pensar de un grupo o de un
individuo, toma en cuenta que lo peor que puedes hacer es
subestimar a los demás.
Qué es lo que se debe considerar para
lograr argumentos capaces de persuadir,
de transformar
Nuestro maestro en la argumentación, Chaïm Perelman,
atinadamente nos advierte: “En la demostración, más que en
cualquier otro género (…) es preciso no caer en el ridículo (…)”. Sin
embargo, semejante precaución no tiene por qué hacerte renunciar
a exponer tus puntos de vista y tus argumentos, si éstos son
inteligentes y bien construidos.
Qué es lo que se debe considerar para
lograr argumentos capaces de persuadir,
de transformar
La argumentación es casi un arte que requiere de tiempo y mucho
análisis para comprender que cada receptor o grupo de receptores
es diferente; pero sobre todo, como apunta Chaïm Pereleman, para
entender que “(…) Las instituciones que regulan las discusiones
tienen importancia porque el pensamiento y la acción que prepara o
determina están íntimamente unidos”.
Qué es lo que se debe considerar para
lograr argumentos capaces de persuadir,
de transformar
Lo anterior significa que instituciones sociales de enorme peso,
como la Iglesia Católica, han arraigado ideas y creencias en la
sociedad mexicana a lo largo de mucho tiempo, y ellas pueden
servir de apoyo o como oposición si lo que pretendes es
manifestarte a favor o en contra de la “píldora del día siguiente”, por
ejemplo. Debes tener esto muy en cuenta.
Falacias
Qué son las falacias
De acuerdo con la Real Academia Española, una falacia es un “engaño,
fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien”. En la
argumentación, no es necesario que nos vayamos a este extremo, pues
es claro que no toda la gente pretende dañar a quien pretende
persuadir. Sin embargo, lo que sí es claro es que muchos discursos
orientados a lograr un fin recurren a supuestas bases que involucran
falsas generalizaciones, lenguaje emotivo, incorrectas citas de
autoridad. Veamos algunos ejemplos de estas proposiciones. Las que
analizaremos pertenecen al grupo de las falacias no formales, es decir,
los razonamientos son pobres y no respaldan la conclusión a la que se
quiere llegar.
Falacia ad hominem

Es un razonamiento que, en lugar de presentar razones para rebatir


un punto de vista, ataca por otras vías a la persona que contradice
nuestra postura.

Ejemplo:

“Angela Davis cree en la igualdad de derechos entre géneros; pero no


hay que tomarla en serio: es lesbiana”.
Falacia ad verecundiam (se
apela a la autoridad)

Se trata de un razonamiento que apela a alguna autoridad,


al punto de vista de la mayoría o a la costumbre.

Ejemplo:

“Las masas apoyan a la selección, ellas actúan como


buenos mexicanos. Tú no apoyas a la Selección, por lo
tanto, eres un mal mexicano ”.
Falacia ad ignorantiam

En esta proposición se pretende sacar partido de la


coincidencia entre dos fenómenos, que no necesariamente
son causa y efecto.

Ejemplo:

“Pedro Armendáriz y Susan Hayward fueron actores que


filmaron en Durango. Ambos murieron de cáncer, por lo
tanto, la causa debe estar en ese lugar”.
Las conclusiones
Para redactar la conclusión existen fórmulas
generales
Es muy importante que, una vez que tengas organizada la información y
bien planificada la estructura tu trabajo —en cápítulos y apartados—, te
des a la tarea de presentarla en una totalidad coherente, fluida y, por
qué no decirlo, amena. Las conclusiones y sugerencias deben
responder a esta búsqueda.
En este punto no queremos decir que si hablas acerca de los niveles de
violencia intrafamiliar tus lectores tengan que divertirse.
Nosotros apelaremos a la acepción del termino que define a la
amenidad como algo placentero. ¿Por qué no, entonces, pensar en un
texto que, a pesar de mostrar datos preocupantes, dé la sensación de
inteligencia, compromiso y verdadero goce en su preparación?
Algunos consejos en la redacción
Muchos pasantes demuestran ser muy competentes en su trabajo; sin
embargo, al sentarse frente a la máquina demuestran su temor a la hoja
en blanco o dejan en claro su falta de experiencia en la redacción de
textos, lo cual no debe confundirse con la capacidad o incapacidad para
realizar una buena labor en el área en la que se desarrollan.
Un buen consejo para todos los estudiantes que viven este problema es
supeditarse a la estructura básica de todo enunciado: sujeto-verbo-
complemento. A través de esta matriz podremos evitar uno de los
grandes males de todo redactor sin toda experiencia sufre: la
subordinación excesiva y el uso de cláusulas que impiden comprender
el sentido de la oración.
Para evitar la subordinación
Como ejemplo de lo que no debes hacer tienes el siguiente párrafo:
“La lengua náhuatl, cuyo número de hablantes se ha reducido
drásticamente en el último siglo como resultado de los flujos migratorios
a las grandes ciudadades, ahora también se enseña en universidades
españolas”.
Uno puede mejorar esta oración cambiando la estructura, de tal manera
que esta resulte lógica y sencilla:
“La lengua náhuatl ahora se enseña en universidades españolas. Lo
anterior es muy significativo, dado que el número de hablantes se ha
reducido drásticamente en el último año, como resultado de los flujos
migratorios a las grandes ciudades”.
Otros consejos para redactar
conclusiones
 Es importante que las conclusiones sean eso, la parte final
de tu trabajo que presenta el modo en que los datos y los
procedimientos metodológicos comprueban tus presupuestos
y refuerzan la relevancia de tu trabajo. No deben ser, pues, la
exposición, de nueva cuenta, de todo lo que fue explicado en
el marco conceptual. En ese sentido, es importante recordarte
que no está de más volver al principio para refrescar la
memoria del lector y mencionar algún o algunos conceptos ya
explicados en las definiciones correspondientes, así como la
manera en que éstos han sido aplicados.
Evita una redacción demasiado personal
 En las conclusiones, una vez que uno a puesto a prueba su
talento y ha salido avante, resulta muy tentador darle a la
redacción un estilo que puede ser un tanto irónico e, incluso,
humorístico. Error: la imparcialidad, aun cuando es un valor que
muchos escritores persiguen y pocos alcanzan, suele elevar el
nivel de un texto y mostrar la capacidad del estudiante para
discernir y mantener la cordura, incluso ante puntos de vista
diametralmente opuestos.
Sin embargo, siempre es posible utilizar el lenguaje figurado si se
emplea con sensatez y moderación.
Fuentes
Fuentes y no especulaciones

Seguramente te ha sucedido que alguien trate de asombrarte con


algún dato que te parece exagerado o, sencillamente increíble.
Es común que, tras reponerte de tu sorpresa, preguntes “¿y de
dónde sacaste eso?”. A quienes te evalúan, también les causa
sorpresa. Y la respuesta a la anterior interrogante puede resultar
aún más asombrosa: ya sea porque la fuente sea muy calificada y
contribuya a confirmar el dato o, porque se trate de un medio pco
fidedigno, es posible asegurar que a la hora de argumentar, las
fuentes lo son todo.
Definición y tipos de fuentes
Las “fuentes” son aquellos materiales que van a servirnos en nuestra
tarea como investigadores para dar sustento a los presupuestos
teóricos que ya hemos planteado. En general, podemos afirmar que
existen varios tipos de fuentes:

 Bibliográficas. Constan de libros, enciclopedias, manuales y


memorias.

 Hemerográficas. Incluyen periódicos, revistas y boletines.


Algunos secretos para citar con
calidad
Lo primero que debemos aclararte es que las citas, sean
bibliográficas o hemerográficas, deben reproducir fielmente el texto.
Esto significa que si tú encuentras una falta de ortografía en un libro
de 1910, o si en tu opinión algún autor está utilizando palabras muy
exageradas para calificar algo, todo eso debes copiarlo sin hacer
cambio alguno.
Reproduce fielmente lo que
encuentres
Un ejemplo: el periódico El Imparcial , simpatizante de Victoriano
Huerta, informó el 14 de octubre de 1913, en su primera plana que
“Ayer se celebró un importantísimo Consejo de Ministros, que
comenzó a las seis de la tarde y no terminó hasta las diez de la
noche. Su tema principal fué la discusión de una nueva nota del
fobierno norteamiericano entregada a la Secretaría de Relaciones
ayer mismo”. Olvídate que la palabra “importantísimo” sea un juicio
de valor, o que monosílabos entonces se acentuaran; todos estos
detalles deben aparecer sin modificiación alguna.
Ahora, pon atención a los datos que
debe contener
Vamos a ver el orden en que
deben incluirse los datos de una
ficha bibliográfica. Lo primero
que se debe mencionar es el
nombre del autor, empezando
por el apellido, separado éste
del nombre por una coma.
Tomemos este ejemplo: aquí
escribiremos Berger, John.
Continuemos con nuestro ejemplo
A continuación, se incluye el
nombre de la publicación que
debe ser, invariablemente
escrito con cursivas. Entre éste
y el nombre del autor debe
haber un punto; el resultado
hasta ahora es el siguiente:

Berger, John. Modos de ver


Lo que sigue, el lugar de edición
Para que no te compliques, y
puesto que todos sabemos que
Barcelona se encuentra en
España, lo que conviene es
escribir el nombre de esta
ciudad, separado del nombre
de la publicación por una coma:
Berger, John. Modos de ver,
Barcelona
En cuanto a los datos internos…
Algunos estilan incluir el
nombre del traductor; nosotros
no lo consideramos necesario,
a menos que se trate de un
escritor muy destacado como
Juan García Ponce, quien
trasladó al español El hombre
unidimensional, de Herbert
Marcuse.
Acerca del número de la edición
Después, incluiremos el
nombre de la editorial,
separado de la ciudad por dos
puntos. De tal manera que
obtendremos lo siguiente:

Berger, John. Modos de ver,


Barcelona: Editorial Gustavo
Gili,
Acerca del número de la edición
Este dato, como el año del texto,
se encuentran por lo general en
las primeras cinco páginas del
libro. Es importante aclarar que
siempre se incluirá el año de la
última edición, aunque sea la
número 50. Así, tenemos:

Berger, John. Modos de ver,


Barcelona: Editorial Gustavo Gili,
2002
Para cerrar, la página
Aquí hay dos opciones, si lo que vas a
hacer es citar el texto sin especificar la
página, conviene que averigües el total
de páginas. Como nos referimos al
número en plural, utilizamos una doble
“p”, así:

Berger, John. Modos de ver,


Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 2002,
pp. 176.
Para cerrar, la página
Pero si tú únicamente vas a incluir la
página de la que obtuviste una cita de tu
interés, especificamos en singular:

Berger, John. Modos de ver, Barcelona:


Editorial Gustavo Gili, 2002, p. 94.
Ahora sí, a escribir
Ahora ya puedes reproducir en una ficha
el o en un texto los fragmentos que te
interesen.

Berger, John. Modos de ver, Barcelona:


Editorial Gustavo Gili, 2002, p. 94.
Vamos con la prensa, ¿para qué
consultarla?
Si estudias alguna rama de la economía o ciencias administrativas,
es probable que creas que no necesitas consultar los periódicos
antiguos, que eso es sólo para los historiadores y amantes del
pasado. En realidad, los economistas, administradores y contadores
deben revisar y obtener constantemente datos de periódicos y
revistas. Para conocer las declaraciones de un funcionario, para
obtener datos financieros del pasado, la información hemerográfica
es siempre rica y útil. Así que, pongamos manos a la obra para saber
cómo emplearla.
Los periódicos pueden contener más
erratas que los libros…
La prensa escrita, sobre todo, los periódicos, son producidos en un
lapso mucho menor al de un libro, por lo cual es común que se filtren
errores de sintaxis, gramaticales, entre otros. Sin embargo, hemos
visto, no debes tomar iniciativas que atenten contra la fidelidad del
texto. Lo que veas, tiene que ser reproducido sin cambio alguno.
Esta nota es la que nos servirá
Ahora, pon atención a los datos que
debe contener
Vamos a ver el orden en
que deben incluirse los
datos hemerográficos.
Tomaremos como ejemplo
un periódico del 9 de mayo
de 1920. Lo primero que
debemos de registrar es el
encabezado de la nota.
Reproduce el encabezado
Ahora, escribe ese mismo
encabezado entre comillas
(se trata de una cita textual
y no de un título fijo).

Así, nuestra ficha comienza


con “Hoy a las once de la
mañana hará su entrada a
la capital el señor general
Alvaro Obregón”
Ahora, el nombre de la publicación
Incluyamos, a continuación,
el nombre de la publicación
(sin el apellido) y, por
supuesto, con cursiva . Así,
tenemos “Hoy a las once de
la mañana hará su entrada
a la capital el señor general
Alvaro Obregón”. El
Universal.
Es turno del lugar de publicación
Y después de incluir el sitio
donde fue publicada esta
nota, escribiremos la fecha.
Tenemos, pues: “Hoy a las
once de la mañana hará su
entrada a la capital el señor
general Alvaro Obregón”. El
Universal, México. 9 de
mayo de 1920.
Lo indispensable, la página
Es importante señalar si la
nota fue publicada en primera
plana y en qué páginas
continúa: “Hoy a las once de la
mañana hará su entrada a la
capital el señor general Alvaro
Obregón”. El Universal,
México. 9 de mayo de 1920,
Primera plana.
Ahora sí, a incluir algo del cuerpo del
texto
Ahora sí, puedes incluir un fragmento
que forme parte del texto que a ti te
interesa. Te reiteremos, es
importante escribirlo tal y como lo
encuentras.
Para ti, un pequeño ejercicio
Nosotros te vamos a dar los
elementos necesarios para que
realices tu propia ficha
hemerográfica.
Para ti, un pequeño ejercicio
Para ti, un pequeño ejercicio
Definición y tipos de fuentes
 Documentales. En este rubro se incluyen a cierta clase de
escritos que para su consulta deben ser estudiados de forma
aislada, es decir, no forman parte de volúmenes o ediciones;
como ejemplo tenemos ejemplo, cartas, tarjetas postales,
memorandas o telegramas.

El ingeniero Salvador Toscano, uno de los primeros


cinematografistas de México, legó información valiosa acerca
de la Revolución mexicana y de la historia del cine en decenas
de cartas y tarjetas postales dirigidas a su madre.
Qué sucede con las fuentes electrónicas
Ésta es una reflexión muy oportuna, ahora que muchos
estudiantes están acostumbrados a consultar prácticamente
todo en su computadora, en lugar de desplazarse a una
biblioteca o hemeroteca. Podemos afirmar que la inclusión de
información proveniente de ciertos sitios web es correcta,
siempre que haya sido publicada por instituciones que gozan
de reconocimiento académico: la UNAM, el Instituto Politécnico
Nacional, la Universidad Autónoma Metropolitana, la
Universidad Pedagógica, entre muchas otras.
Fuentes electrónicas no acreditadas
Existen, en cambio, una gran cantidad de páginas y portales
electrónicos que, lejos de integrar información fidedigna,
muestran al lector una serie de datos que no han sido
comprobados y que provienen, en muchos casos, de
cibernautas inquietos, pero no de investigadores.

Algunos de estos sitios son:

www.wikipedia.org

www.rincondelvago.com

www.answers.yahoo.com
Acerca de las hemerotecas electrónicas

Son, sin duda, un excelente apoyo para que realices tus


investigaciones. Pero debes tomar en consideración que muchos
de estos centros de consulta en línea no poseen ejemplares
previos a 1996; así que, en muchas ocasiones, tendrás que
desplazarte hasta una hemeroteca o alguna biblioteca que también
tenga su acervo hemerográfico.
Recuerda que…

Las fuentes son un aspecto esencial de toda investigación sólida.


Sin ellas, prácticamente es imposible tomar rumbo alguno o
concretar la idea que tienes sobre un tema en específico. Si lo que
buscas es estudiar algún aspecto de la realidad, un hecho
histórico, fenómeno natural o, incluso, argumentar tus hallazgos, la
información disponible en libros, periódicos, boletines, semanarios,
misivas y comunicados, puede dar un rumbo definitivo a tu trabajo.
Locuciones latinas de uso
frecuente para citar
Ibid., ibidem, idem. Equivalen a “lo mismo”, o sea, el mismo
autor y obra. Se usan, cualqueira de ellas, cuando se
cita repetidas vees a un mismo autor sin intercalar citas
de otros.

Ejemplo.

a) Berger, John. Modos de ver, Barcelona: Editorial


Gustavo Gili, 2002, p. 37.

b) Ibid., p. 54.
Locuciones latinas de uso frecuente
para citar

Op cit. (opus citatum) Significa “obra citada”. Se utiliza cuando se

vuelve a mencionar a un autor después de intercalar otras citas. El

nombre del autor debe escribirse antes de la alocución. Ejemplo.

a) Berger, John. Modos de ver, Barcelona: Editorial Gustavo Gili,


2002, p. 37.

b) Tibol, Raquel. Los murales de Diego Rivera: Universidad


Autónoma de Chapingo. México: RM Verlag, 2004, p. 45.

c) Berger, op. cit. 72.


Locuciones latinas de uso frecuente para
citar

Loc. cit. (locus citatus). Esta alocución indica texto o lución citada. Se
emplea cuando se repite una frase o párrafo ya citado. Ejemplo.

a) Berger, John. loc. cit., p. 37.


Ortografía
El acento diacrítico
Se denomina así al acento que se aplica para distinguir a
palabras cuya escritura es casi idéntica. El resultado es un
cambio radical en los significados. Como prueba tenemos
el siguiente ejemplo:

“Quiero descansar solo”.

“Sólo quiero descansar”.

¿Qué es lo que adviertes aquí?


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico
Aquel, aquella, aquellos, aquellas. Sin acento, estas palabras
funcionan como adjetivos demostrativos.

Ejemplo:

“Aquella mujer fue mi desgracia”.

Aquél, aquélla, aquéllos, aquéllas. Con acento, estas palabras


se emplean como pronombres demostrativos.

Ejemplo:

“Aquella muchacha es mexicana; aquélla, canadiense”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

Aun. Sin acento equivale a “también”, “hasta”, “inclusive”,


Ejemplo:

“Aun en los mejores tiempos, es preciso ahorrar”.

Aún. Con acento, equivale a “todavía”.


Ejemplo:

“¿Aún no has hecho la tarea?”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico
 Como. Sin acento, equivale a un comparativo o, bien, a una

conjugación del verbo “comer”.

Ejemplo:

“Me gustaría ser como tú”.

 Cómo. Con acento, cumple el papel de expresión interrogativa o


exclamativa.

Ejemplo:

“Cómo te gusta molestar”.

“¿Cómo dices que se llama?”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico
Cual, cuales. Sin acento, pronombre relativo.
Ejemplo:

“Es su hijo, el cual, por cierto, es un excelente estudiante”.

Cuál, cuáles. Con acento, interrogación o expresión.


Ejemplo:

“¿Cuál es tu signo?”.

“¡Cuál no sería su sorpresa, al descubrirse el adulterio con su propia


hermana!”
Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

 Cuando. Conjunción temporal que denota la idea de


tiempo.

Ejemplo:

“Crecerás cuando aprendas a tratar a tus mayores”.

 Cuándo. Con acento, interrogativo y exclamativo.


Ejemplo:

“¿Cuándo nace tu bebé?”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

De. Sin acento, preposición.


Ejemplo:

“Yo soy de México”.

Dé. Con acento, conjugación del verbo “dar"


Ejemplo:

“No me dé cambio, por favor”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

Donde. Sin acento, adverbio relativo.


Ejemplo:

“Donde yo vivo, los temblores ni se sienten”

Dónde. Con acento, expresa interrogación o


exclamación.

Ejemplo:

“¿De dónde sacaste esa frase?”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

El. Sin acento, artículo determinado.


Ejemplo:

“El hombre más poderoso de México no es el presidente”.

Él. Con acento, pronombre personal.


Ejemplo:

“Él es responsable de las finanzas públicas”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

Esa, ese, esos, esas. Sin acento, adjetivos


demostrativos.

Ejemplo:

“Ese hombre está loco”.

Ése, ésa, ésos, ésas. Con acento, pronombres


demostrativos

Ejemplo:

“¿Te gusta ésa?”


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

Mas. Sin acento, equivale a “pero”.


Ejemplo:

“Sé que te duele, mas debes sobreponerte”.

Más. Con acento, adverbio de cantidad.


Ejemplo:

“Quiero más café ”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

Mi. Sin acento, adjetivo posesivo.


Ejemplo:

“Mi marido es un hombre excelente”.

Mí. Con acento, pronombre personal.


Ejemplo:

“Esos chismes no son para mí”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico
Quien, quienes. Sin acento, pronombre relativo.
Ejemplo:

“Para quienes gustan del chocolate, tenemos pasteles austriacos”.

Quién, quiénes. Con acento, expresiones interrogativas o


exclamativas.

Ejemplo:

“¿Quién quiere jugar cartas?”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

Solo. Sin acento, adjetivo.


Ejemplo:

“Prefiero estar solo que mal acompañado”.

Sólo. Con acento, adverbio: “únicamente"


Ejemplo:

“Sólo hay piñas, se cabaron los melones”.


Cuáles son las palabras determinadas por la
presencia o ausencia del acento diacrítico

Tu. Sin acento, adjetivo posesivo.


Ejemplo:

“Debes cuidar tu dinero”.

Tú. Con acento, pronombre personal


Ejemplo:

“Tú no sabes valorar la vida”.


Reglas de acentuación
Toda palabra grave terminada en consonante, que no se
escriba al final con “n” o “s”, llevará acento ortográfico sobre
la última sílaba.

Ejemplos:

Árbol, lápiz, cóndor, fácil, dúctil

Toda palabra aguda que termine en vocal, “n”o “s” llevará


acento ortográfico sobre la última sílaba.

Ejemplo:

Canción, pasión, delegación, moción, ajonjolí, demostración


Toda palabra esdrújula llevará un acento ortográfico sobre
la antepenúltima sílaba.

Ejemplos:

Cállate, vívelo, estático, bárbaro, ánimo, crepúsculo, síguelo


Por qué, porqué, por que y
porque
La colocación de un acento, lo mismo que la unión o
separación de dos palabras provocan, en ciertos casos, un
importante cambio en el significado. Esto ocurre con los
vocablos “por” y “que”.

Veamos cómo se emplean éstos, de acuerdo con el sentido


que se busque darles.
Por qué

Por qué, separado y con acento, se usa para hacer


preguntas y siempre debe estar precedido de un signo de
interrogación, que debe ser cerrado al concluir la oración.

Ejemplos:

“¿Por qué ya no quieres comer?”.

“¿Por qué te comiste el chocolate, si sabes que eso te hace


daño?”.
Por qué

Por qué también se utiliza para hacer preguntas de manera


indirecta.

Ejemplos:

“Me pregunto por qué se habrá escondido ella”

“No sé por qué siempre adopta la misma actitud”.


Porqué
Porqué, unido y con acento, es un sustantivo masculino que
explica la causa o razón de algo. Siempre debe estar
precedido del artículo “el” o del artículo indeterminado “un”

Ejemplos:

“Tú eres el porqué de mi vida”.

“Se fue sin ofrecer un porqué”.


Por qué
Por que, separado y sin acento, sustituye a “el cual”, “la
cual”, “lo cual”, “las cuales”, “los cuales”. Ejemplo:

Ejemplos:

“Él quiere divorciarse; sus razones por que desea hacerlo


son válidas”.

“Las causas por que prevalece la pobreza son múltiples y


complejas”.

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