Anda di halaman 1dari 24

HAY MUERTE

EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
OLLA
2 Reyes 4:38 Eliseo volvió a Gilgal cuando había una grande hambre
en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo
a su criado: Pon una olla grande, y haz potaje para los hijos de los
profetas.    
39 Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra
montés, y de ella llenó su falda de calabazas silvestres; y volvió, y
las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era.
    40 Después sirvió para que comieran los hombres; pero sucedió
que comiendo ellos de aquel guisado, gritaron diciendo: !!Varón
de Dios, hay muerte en esa olla! Y no lo pudieron comer.
    41 El entonces dijo: Traed harina. Y la esparció en la olla, y dijo:
Da de comer a la gente. Y no hubo más mal en la olla.
    42 Vino entonces un hombre de Baal-salisa, el cual trajo al varón
de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo
en su espiga. Y él dijo: Da a la gente para que coma.
    43 Y respondió su sirviente: ¿Cómo pondré esto delante de cien
hombres? Pero él volvió a decir: Da a la gente para que coma,
porque así ha dicho Jehová: Comerán, y sobrará.
    44 Entonces lo puso delante de ellos, y comieron, y les sobró,
conforme a la palabra de Jehová.
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
OLLA
2 Reyes 4:38 Eliseo regresó a Guilgal y se encontró con
que en esos días había mucha hambre en el país. Por
tanto, se reunió con la comunidad de profetas y le
ordenó a su criado: «Pon esa olla grande en el fogón y
prepara un guisado para los profetas.»
39 En eso, uno de ellos salió al campo para recoger
hierbas; allí encontró una planta silvestre y arrancó
varias frutas hasta llenar su manto. Al regresar, las
cortó en pedazos y las echó en el guisado sin saber qué
eran.
40 Sirvieron el guisado, pero cuando los hombres
empezaron a comerlo, gritaron:    —¡Hombre de Dios,
esto es veneno![d]
   Así que no pudieron comer.
41 Entonces Eliseo ordenó:
   —Tráiganme harina.
   Y luego de echar la harina en la olla, dijo:
   —Sírvanle a la gente para que coma.
   Y ya no hubo nada en la olla que les hiciera daño.
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
OLLA
Gén.3:1 La serpiente era más astuta que todos los
animales del campo que Jehová Dios había hecho, y
dijo a la mujer:     --¿Conque Dios os ha dicho: "No
comáis de ningún árbol del huerto"?
    2 La mujer respondió a la serpiente:
    --Del fruto de los árboles del huerto podemos
comer,
    3 pero del fruto del árbol que está en medio del
huerto dijo Dios: "No comeréis de él, ni lo tocaréis,
para que no muráis".
    4 Entonces la serpiente dijo a la mujer:
    --No moriréis.
    5 Pero Dios sabe que el día que comáis de él serán
abiertos vuestros ojos y seréis como Dios,
conocedores del bien y el mal.
    6 Al ver la mujer que el árbol era bueno para
comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar
la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también
a su marido, el cual comió al igual que ella.
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
OLLA
Gén.25:29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo
Esaú del campo, cansado,
    30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer
de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por
tanto fue llamado su nombre Edom.
    31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu
primogenitura.
    32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a
morir; ¿para qué, pues, me servirá la
primogenitura?
    33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le
juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
    34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del
guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se
levantó y se fue. Así menospreció Esaú la
primogenitura.
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
OLLA
Éxodo 16:3
y les decían los hijos de Israel:
Ojalá hubiéramos muerto por
mano de Jehová en la tierra de
Egipto, cuando nos
sentábamos a las ollas de
carne,
cuando comíamos pan hasta
saciarnos; pues nos habéis
sacado a este desierto para
matar de hambre a toda esta
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
OLLA
2 Sm.11: 2 Y sucedió un día, al caer la
tarde, que se levantó David de su lecho
y se paseaba sobre el terrado de la casa
real; y vio desde el terrado a una mujer
que se estaba bañando, la cual era muy
hermosa.
    3 Envió David a preguntar por aquella
mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé
hija de Eliam, mujer de Urías heteo.
    4 Y envió David mensajeros, y la
tomó; y vino a él, y él durmió con ella.
Luego ella se purificó de su inmundicia,
y se volvió a su casa.
    5 Y concibió la mujer, y envió a
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
OLLA7 4 Di a la sabiduría: Tú eres
  Proverbios
mi hermana,
    Y a la inteligencia llama parienta;
   
 5 Para que te guarden de la mujer
ajena,
    Y de la extraña que ablanda sus
palabras.
   
 6 Porque mirando yo por la ventana de
mi casa,
    Por mi celosía,
   
 7 Vi entre los simples,
    Consideré entre los jóvenes,
HAY MUERTE EN LA
OLLA
8 El cual pasaba por la calle, junto a la
esquina,
    E iba camino a la casa de ella,
   
 9 A la tarde del día, cuando ya
oscurecía,
    En la oscuridad y tinieblas de la
noche.
   
 10 Cuando he aquí, una mujer le sale al
encuentro,
    Con atavío de ramera y astuta de
corazón.
   
 11 Alborotadora y rencillosa,
HAY MUERTE EN LA
12 UnasOLLA
veces está en la calle, otras
veces en las plazas,
    Acechando por todas las esquinas.
   
 13 Se asió de él, y le besó.
    Con semblante descarado le dijo:
   
 14 Sacrificios de paz había prometido,
    Hoy he pagado mis votos;
   
 15 Por tanto, he salido a encontrarte,
    Buscando diligentemente tu rostro, y
te he hallado.    
     
HAY MUERTE EN LA
OLLA
16 He adornado mi cama con colchas
    Recamadas con cordoncillo de Egipto;
   
 17 He perfumado mi cámara
    Con mirra, áloes y canela.
   
 18 Ven, embriaguémonos de amores
hasta la mañana;
    Alegrémonos en amores.
   
 19 Porque el marido no está en casa;
    Se ha ido a un largo viaje.
   
 
     
HAY MUERTE EN LA
OLLAde dinero llevó en su mano;
20 La bolsa
    El día señalado volverá a su casa.
   
 21 Lo rindió con la suavidad de sus
muchas palabras,
    Le obligó con la zalamería de sus
labios.
   
 22 Al punto se marchó tras ella,
    Como va el buey al degolladero,
    Y como el necio a las prisiones para
ser castigado;
 
     
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
1 Reyes OLLA
21:4
Y vino Acab a su casa triste y
enojado, por la palabra que Nabot
de Jezreel le había respondido,
diciendo: No te daré la heredad de
mis padres. Y se acostó en su
cama, y volvió su rostro, y no
comió.
21:8
Entonces ella escribió cartas en
nombre de Acab, y las selló con su
anillo, y las envió a los ancianos y a
los principales que moraban en la
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
Ester 3:5OLLA
Y vio Amán que Mardoqueo ni se
arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se
llenó de ira.
    6 Pero tuvo en poco poner mano en
Mardoqueo solamente, pues ya le habían
declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo; y
procuró Amán destruir a todos los judíos que
había en el reino de Asuero, al pueblo de
Mardoqueo.
8 Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo
esparcido y distribuido entre los pueblos en
todas las provincias de tu reino, y sus leyes
son diferentes de las de todo pueblo, y no
guardan las leyes del rey, y al rey nada le
beneficia el dejarlos vivir.
    9 Si place al rey, decrete que sean
destruidos; y yo pesaré diez mil talentos de
HAY MUERTE
EN LA
olla
HAY MUERTE EN LA
MateoOLLA
2:7 Entonces
Herodes, llamando en
secreto a los magos, indagó
de ellos diligentemente el
tiempo de la aparición de la
estrella;
    8 y enviándolos a Belén,
dijo: Id allá y averiguad con
diligencia acerca del niño; y
cuando le halléis,

Anda mungkin juga menyukai